sábado, 31 de marzo de 2007

Chile. Colores de Chiloé

En la isla de Chiloé llueve un día si y otro también, por lo que muchas de las casas están cubiertas por láminas de madera de alerce, que no se pudre con la humedad. Se superponen tres listones de hasta un metro y medio de longitud, y las terminaciones se hacen al gusto del usuario, dependiendo de la zona y capacidad económica para hacer un dibujo más o menos complicado.
Los distintos colores de las tejas que forman las paredes alegran la vista en una zona en la que el sol brilla por su ausencia.

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jueves, 29 de marzo de 2007

Chile. Operación salvar a Leíto.

Nos encontramos en San Pedro de Atacama (Chile), pueblo de unos 5.000 habitantes que ellos mismos denominan como San “Perro” de Atacama, por la abundancia de perros que, literalmente, inundan sus calles. Algunos tienen dueño, pero otros muchos dependen de la caridad de los ciudadanos que los alimentan.

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San Perro de Atacama

Estábamos Pilarín y yo tomando la fresca en un banco de la plaza del pueblo cuando de entre unos arbustos emergió un famélico bichito negro, de unos cinco meses, orejas largas, pelo con chicles pegados, sucio a más no poder y costillas tristemente marcadas. El perrito, a quien decidimos llamar Leíto en honor a su primo que se quedó en España, estaba a punto de dar su último aliento. Con su último hilillo de fuerza se acercó a nosotros, meneó el rabo como una hélice y nos miró con cara de sufrimiento. Sabía con quién debía jugar su última baza.

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Leíto

Podríamos haberlo considerado uno más de los perros con heridas de todo tipo que hemos visto hasta ahora, pero quizá porque ninguno de ellos parecía que fuera a morirse de un momento a otro, éste consiguió enternecernos más de lo habitual (que no es poco). Así que decidimos ponernos manos a la obra e intentar salvarle en el último momento.

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Le llevamos al veterinario, que le puso cinco inyecciones seguidas y le limpió un poco las heridas de la nariz. Le compramos algunas medicinas que toma desde ayer, y parece que está remontando el vuelo. Ya consigue levantarse del suelo, e incluso intenta jugar, aunque la energía no le da para mucho todavía.
No queríamos que la salvación de Leíto nos dejara en bancarrota, así que intentamos movilizar un poco las conciencias de la gente del pueblo: el veterinario nos regaló las medicinas y nos hizo un descuento en la consulta, el farmacéutico también nos hizo un descuento en el resto de las medicinas, una chica nos regaló comida, y una santa señora ha acogido al perrito hasta que aparezca un dueño… junto con los otros 20 perros a los que ha dado cobijo!!
No es la única persona que hemos encontrado en el pueblo que da sustento a 20 perros o 20 gatos… el problema de los perros callejeros es muy grave en este pueblo.

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Gracias, Elisa, por habernos ayudado.

Pero faltaba por resolver el último escollo: Leíto necesitaba un dueño. Así que nos liamos la manta a la cabeza e hicimos un par de carteles en inglés y español, pidiendo un dueño y dinero para medicinas y alimento. Nos sentamos en la arena de la calle principal del pueblo, con Leíto en nuestro regazo, los carteles en el suelo, y unas velas que nos regalaron en el restaurante La Estaka. Incluso un niño nos ayudaba soplando en dirección contraria para que el viento no apagara nuestras velas.

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Campaña de recogida de donativos

La gente sintió mucha curiosidad; unos nos dieron dinero, otros ni nos miraron, otros nos miraron como a locos y otros, pese a no darnos dinero, nos dieron todo su apoyo.
Al final de la noche conseguimos suficiente dinero para pagarle las medicinas y comprarle alimento para que la señora que le ha cuidado estos días, al menos no tenga que poner nada de su bolsillo.

Fue muy interesante estar “al otro lado” de la calle, pidiendo “una limosnita” y observando cómo reacciona la gente. Para nosotros fue divertido, porque sólo se trataba de un día. Pero ganarse la vida así no debe de ser cómodo precisamente.

Ahora el perrito es famoso en el pueblo. La gente nos para y nos pregunta cómo está y si le hemos encontrado dueño. Muchos nos agradecen lo que hemos hecho, lo cual nos llena de emoción. Nos ha dejado realmente sorprendidos la facilidad que tienen los chilenos para ser agradecidos y dedicarte unas palabras de ánimo y apoyo. Definitivamente, tienen un don para expresar su empatía y agradecimiento.

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Última hora: al final… LEÍTO HA ENCONTRADO UN DUEÑO!!!

lunes, 26 de marzo de 2007

Evite encandilar

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viernes, 23 de marzo de 2007

El gato

Desde Tailandia hasta Japón, pasando por Vietnam, Camboya y Birmania. En un restaurante Chino en Nueva Zelanda, en un puestecito de sushi de Australia, en una tienda de chucherías regentada por un chino en Chile… da igual donde estés; en cualquier parte del mundo donde haya un negocio relacionado con un asiático, allí está él. Te descuidas, bajas la guardia, giras la cabeza despistado y fijas tu mirada en un punto sin importancia. Comienzas a enfocar la mirada, los objetos empiezan a tomar relieve y… ¡oh, cielos! es él: EL GATO.
En los escaparates, junto a la caja registradora, en una vitrina al lado de las fotos de la familia, a la venta junto a un jarrón... está en todas partes, moviendo su patita izquierda arriba y abajo, como para saludarte.
Ni Buda, ni Jesucristo ni el Che Guevara. El personaje que más hemos visto durante este años ha sido EL GATO.

Hemos sido tan torpes de no preguntar qué significado tiene, así que si alguien nos pudiera ilustrar, se lo agradeceríamos.

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jueves, 22 de marzo de 2007

Carlines

Hoy es un día muy triste para nosotros. Hace un año que murió nuestro amigo Juan Carlos.

El 22 de marzo de 2006 iba a ser un día sumamente feliz, pues nos disponíamos a comprar los billetes de avión para nuestra vuelta al mundo. Apenas nos faltaban unos metros para llegar a la oficina de la compañía aérea cuando recibimos el mazazo telefónico comunicándonos su muerte.
Por esa razón atrasamos un mes nuestra partida y tuvimos que dejar de lado la que iba a ser la primera parada en nuestro itinerario: la India.

El viaje nos ha ayudado a diluir un poco el recuerdo de quien se nos escurrió entre las manos, pero aun así su memoria nos ha acompañado por todo el mundo, incluido el delta del Mekong, por el que pasamos con un nudo en la garganta, recordando cómo relataba sus mitológicas hazañas en la guerra de Vietnam, que tuvieron por toda recompensa un mísero cuenco de arroz.

Hostigador de mentecatos, defensor de causas absurdas, caricaturizador de ineptos, Sísifo de los vicios, ácido corrosivo, creador de incordios, inventor de estorbos, repelente de mediocres y medianías, lúcido observador de miserias ajenas, antítesis de los Hombres Grises, amante de lo incoherente, genio del disparate, maestro de la sinrazón, apasionado del viento.

Supo estar atento a las diagonales, paseó por el valle del ébano, imprimió su destino, no destapó el baúl, se deleitó con los brunos molinillos, vio recortarse al felino sobre su cabeza contra la luna, escribió desde el año del desastre, trepó como una cabrilla, vivió un libro sobre si mismo que no es el que escribió, poseyó una copia de los recortes, hizo dos agujeros en un periódico para contarme lo que se cocía, observó la mirada, estuvo donde su cromosoma estuvo, me escondió lo que yo no buscaba cuando no le conocía, colocó las uvas en estantes, encontró una aguja en un pajar, me llamó Jules y sólo bajó la guardia para dejar que tirabuzón de alheña le ayudara.

Los pocos que le desconocíamos menos que el resto sabemos que, luciendo una sonrisa sarcástica, desde el último momento estará pensando “tatitotí tatitotí tatitotí… tarirorí rorí!!!!!!!!”.

Sufrimos porque desapareció una parte irreemplazable de nosotros mismos. Nunca volveremos a conocer a alguien que se le parezca ni remotamente.

domingo, 18 de marzo de 2007

Chile. Amigos en la Isla de Pascua

En la Isla de Pascua Yerko y Cote nos trataron como si fuéramos sus amigos de toda la vida. Fuimos a comprar unos bollos a su pastelería, y enseguida nos pusimos a hablar sobre nuestro viaje.
Ellos también habían empezado un viaje peculiar, aunque distinto al nuestro. Yerko trabajaba para una gran empresa de telefonía en Santiago, y Cote trabajaba en Lan Chile. Ambos decidieron dejar atrás la estresante vida de una gran ciudad, y probar algo nuevo en un sitio tan remoto y aislado como la Isla de Pascua. Allí han montado una panadería/pastelería y disfrutan de un modo de vida radicalmente opuesto al que antes tenían.
Cada vez que pasábamos por su panadería, no tenían ningún problema para invitarnos a un café, dejar su trabajo de lado y ponerse a charlar con nosotros.
Nos sentimos apabullados por sus múltiples agasajos y emocionados cuando, el día que nos marchábamos, los dos dejaron la panadería y se vinieron con nosotros a despedirnos al aeropuerto.
Ahora, cada uno tenemos un collar con una pluma y una concha engarzados, que ellos mismos colgaron sobre nuestros cuellos. Dice la leyenda que si un Rapa Nui te regala uno de esos collares, volverás a visitar la isla. (¡Ojalá que así sea!).

Como nos dijo Yerko: “las estrellas fugaces son las mas bellas pero las que uno tiene menos tiempo de ver...”

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Pilar, Sergio, Yerko y Cote.

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Cote, Yerko, Sergio y Pilar.

jueves, 15 de marzo de 2007

En autobús

En Chile y Argentina los autobuses son de primerísima calidad. Posiblemente estén entre los mejores del mundo. El espacio entre las butacas es inmenso, al estilo de la primera clase de los aviones. Se puede elegir entre butaca normal, semicama y cama. En el último caso, las butacas se convierten literalmente en una cama. Para mayor comodidad, en algunos autobuses sólo hay tres butacas por fila, en vez de las 4 convencionales.
Todos tienen baño, y un auxiliar de viaje que reparte desayuno, comida y cena. A veces el azafato cuenta chistes y organiza un bingo con premios!!
Todo esto sólo tiene una pega: a veces se pasa bastante miedo porque muchos de estos autobuses son de dos pisos, y se menean de lo lindo. En Argentina, donde la gente suele conducir a lo loco (incluidos los conductores de autobús), en coches muchas veces precarios, la cosa se pone más fea todavía.
Claro que nunca llegaremos a pasar tanto miedo como en el autobús que nos llevó desde el delta del Mekong a Saigon, en Vietnam. Un cacharro que iba a todo trapo por la carretera, casi reventando el motor, entre miles de motoristas a los que esquivaba en el último momento, adelantando por línea continua, tocando la bocina sin parar durante las varias horas que duró el trayecto y con nula visibilidad por una intensa lluvia tropical que impedía ver más allá del cristal y que creaba inmensos charcos por los que pasábamos sin reducir un ápice nuestra sideral velocidad, creando enormes olas con las que empapábamos a los motoristas, de los que hay mil por centímetro cuadrado en todo Vietnam.

Estos son los autobuses que hemos cogido hasta el momento, y las horas invertidas en cada viaje:
Santiago – Pucón: 14h.
Pucón – Puerto Varas: 5h.
Puerto Varas – Punta Arenas (avión)
Punta Arenas – Puerto Natales: 4h.
Puerto Natales – El Calafate: 7h.
El Calafate – Puerto Natales: 7h.
Puerto Natales – El Calafate: 7h.
El Calafate – El Chaltén: 5h.
El Chaltén – El Calafate: 5h.
El Calafate – Ushuaia: 16h.
Ushuaia – Punta Arenas: 12h.
Punta Arenas – Puerto Natales: 4h.
Puerto Natales – Puerto Montt (en barco, 4 días)
Ferry Castro – Chaitén (en barco, 7 horas)
Chaitén – Esquel: 6h.
Esquel – El Bolsón: 3h
El Bolsón – Bariloche: 2h.
Bariloche – Mendoza: 19h.
Mendoza – Córdoba: 12h.
Córdoba – Salta: 12h.

Y lo que nos queda, que probablemente será así:
Salta – San Pedro de Atacama: 12h.
San Pedro de Atacama – Salta: 12h.
Salta – Resistencia: 13h.
Resistencia – Iguazú: 10h.
Iguazú – Posadas: 6h.
Posadas – Buenos Aires: 14h.

En total, sólo en Sudamérica, serán 23 autobuses y 207 horas a bordo. En 207 horas se puede ir y volver de Madrid a Berlín unas cuantas veces...

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Y para el recuerdo, el viaje desde el lago Inle hasta Kalaw, en Birmania. Siete horas para una distancia ínfima, combinando tres camionetas como las de la foto. No hubo asientos reclinables, como se puede adivinar, pero el viaje fue de lo más ameno. Nos reímos de lo lindo con los birmanos que no daban crédito al vernos allí metidos. Aunque parezca mentira, en esa camioneta que se ve en la foto, llegamos a viajar 22 personas simultáneamente, entre los que íbamos dentro y los que colgaban por fuera.
Ah, y los autobuses en Birmania también llevan auxiliar de viaje!!! Se encarga de cobrar y poner la calza cuando el autobús se para en una cuesta.

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Pilar iba sentada donde está la chica de azul. Yo viajé durante una parte del trayecto encima de la rueda de repuesto, y durante la otra parte ENTRE la chica de la izquierda y el hierro donde ella tiene apoyado el brazo. Si, si, ahí cabe otra persona más. Me dolieron las costillas durante dos días por la opresión que tuve que soportar en el pecho. Eso sí, me moría de la risa viendo como Pilar iba chafada por señor que viajaba de pie, colgado por fuera. Bueno, en realidad se reía más ella viendo cómo se me salían los pulmones por la boca cuando se me incrustaba la barra de hierro.

A los cinco minutos de empezar el viaje, cuando aún no habíamos salido de la ciudad, tuvimos que parar para cambiar la rueda, que estaba pinchada.

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En Birmania no es nada extraño que las ruedas se revienten, por lo que el país está lleno de talleres de reparación. Allí se utiliza (y reutiliza) todo hasta su último aliento.

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Una rueda de bicicleta con un remiendo.

martes, 13 de marzo de 2007

sábado, 10 de marzo de 2007

Argentina. Aconcagua

El Cerro Aconcagua (6.962 m.) es la montaña más alta del mundo fuera de Asia (donde están las cordilleras del Himalaya y el Karakorum), aunque últimamente este récord es discutido por algunos geólogos que afirman que el volcán Ojos del Salado, en Chile, podría superar los 7000 metros.

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La cumbre del Aconcagua.

Pese a no ser tan turístico como por ejemplo Las Torres del Paine, es un de los lugares más impresionantes que hemos visto este año. Además, con la ventaja de que estábamos prácticamente sólos ante la inmensidad de las montañas que nos rodeaban.

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Después de haber visto tantos documentales de "Al filo de lo imposible", y haber leído tantos libros de alpinismo en el Himalaya, teníamos ganas de saber cómo es un campo base. En el Aconcagua tuvimos la ocasión de conocer uno. Se trata del primer campo base, llamado Confluencia. Se utiliza para aclimatación a la altura, aunque hay escaladores que se lo saltan y van directamente al siguiente campo base.
Nos contó una de las chicas que trabajan en Confluencia que se han dado casos de personas con experiencia en montañas de 5.000 y 6.000 metros que, tras no aclimatarse a la altura allí, se han tenido que volver a casa con el rabo entre las piernas...

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Campo base Confluencia.

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Campo base Confluencia.

Según dicen, el mal de altura (que aquí se llama puna) es más intenso en esta zona del planeta que, por ejemplo, en el Himalaya. Esto se debe a que aquí la vegetación es inexistente a partir de los 3.500-4.000 metros, mientras que en el Himalaya llega a los 5.000. Debido a ello, y a otras particularidades atmosféricas, a igual altitud, en el Aconcagua hay menos oxígeno que en el Himalaya.

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Reventado como si llevara 500 kilos de piedras en la mochila. En realidad sólo ascendimos 500 metros.

Nosotros podemos dar fe de ello. Llegar a los 3.500 metros del campo base nos costó lo indecible. Era como si hubiéramos corrido 2 maratones y las piernas se resistieran a moverse más. Y debe de ser cierto que aquí el mal de altura es más fuerte, porque al subir al Aneto o el Monte Perdido (también de 3.500 metros) yo no sentí ningún tipo de debilidad, y en el Aconcagua no podía con mi alma!!

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Como no se puede abarcar todo, decidimos dejar de lado el Tíbet en nuestra vuelta al mundo, pese a ser uno de los lugares que más nos apetecían. Sin embargo, aquí tuvimos nuestro pedacito de Tíbet, ya que los paisajes deben de ser muy similares. De hecho, aquí se rodó la película "Siete años en el Tíbet".

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Algunos datos curiosos relacionados con esta montaña:
- El año pasado lo escaló un segoviano.
- En 1985/1986, Fernando Garrido estableció el récord de permanencia en altura al vivir 62 días seguidos en la cima, soportando vientos de 200 km/h y temperaturas de 60 grados bajo cero.
- En 1988, Jesús Martínez Novas subió a la cima en zapatillas de deporte.
- En 1988, Eneko Atxa desciendió en bicicleta desde la cima por la Canaleta.
- En 1994, alcanzaron la cima 3 ciegos de la ONCE.
- La persona más joven que lo ha subido tiene 14 años.

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El delirio provocado por el mal de altura nos hizo divisar en el horizonte a dos muchachos de una belleza inigualable. Conseguimos hacerles un par de fotos:

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Aprovechando la tesitura, una lectura recomendada: “Mal de altura: crónica de una tragedia en el Everest”, de Jon Krakauer. Engancha de lo lindo.

viernes, 9 de marzo de 2007

Birmania. Inwa

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miércoles, 7 de marzo de 2007

Para la vuelta

boomp3.com

"Para la vuelta no os preocupéis amigo viento y nube blanca;
andaré solitario por veredas en la noche solitaria.
Comeré en cualquier camino frutos de sueños y hojas invisibles
y cualquier día volveré a ver pasar por mis sierras
con la lluvia, con la nube y con el viento
a mi ejército de sueños, aún errantes."
Extrechinato y tú. Sueños

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Atardecer en Moorea, Polinesia

martes, 6 de marzo de 2007

Libertad

Ahora somos libres... pero nos queda poco tiempo.
El calendario empieza a presionar...

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Chiloé (Chile)

lunes, 5 de marzo de 2007

Chile. Rodeo

En Castro tuvimos la oportunidad de asistir a un rodeo, considerado el deporte nacional de Chile.
Dada la similitud entre huasos chilenos, los gauchos y los cowboys, empezamos a preguntarnos quién le debe la "estética a quién". También nos preguntamos si fue antes el huevo o la gallina, pero eso es otra historia.
Por lo que hemos podido averiguar (y agradeceríamos que alguien nos pudiera ilustrar más al respecto), la tradición vaquera llegó en el S. XVI desde España a México y de ahí pasó a Texas y California (que en aquellos tiempos formaban parte de México). Por otra parte, el gaucho empieza a ser una figura típica de sudamérica en el S. XVIII. Así pues, la figura del cowboy parece ser anterior a la del gaucho.
Pero en el fondo, todos comparten la misma rudeza y bravura. No es de extrañar que Butch Cassidy y Sundance Kid se escaparan de USA tras sus numerosos atracos, para empezar una nueva vida como ganaderos en la remota y floreciente Patagonia, a principios del S. XX.

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Clint Eastwood se dejó caer por el rodeo.

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Los tipos más duros también tienen tiempo de echar un futbolín.

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Típico atuendo huaso, obligatorio para participar en el rodeo.

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Estas mujeres amenizaron el rodeo cantando canciones tradicionales.