martes, 31 de octubre de 2006

En las antípodas



“En las antípodas todo es idéntico,
idéntico a lo autóctono”
Javier Krahe

Nueva Zelanda. Abel Tasman Coastal Track


Nuestro héroe mirando al horizonte.

En Nueva Zelanda hay unos 8000 kilómetros de caminos en los que hacer senderismo, que ellos llaman “tramping”. Para los que les gusta caminar por el bosque o la montaña, este país es una gozada. A cada kilómetro que recorres, te encuentras alguna senda perfectamente señalizada. Las hay adecuadas a todos los gustos y niveles: desde las que son para auténticos expertos, hasta las que se pueden hacer incluso en silla de ruedas.



La semana pasada recorrimos durante tres días el Abel Tasman Coastal Track, en el Norte de la isla Sur. El recorrido transcurre durante unos 40 kilómetros junto a la costa, atravesando playas de aguas cristalinas y bosques de hayas y helechos gigantes. Se puede dormir en tienda de campaña, o en refugios de montaña. En los refugios no hay mucho más que un techo y unas cuantas colchonetas en las que echar el saco de dormir. Ni siquiera tienen duchas o electricidad.
El camino está incomunicado, por lo que tienes que llevar tu propia comida, así como el hornillo para cocinar y el saco de dormir.





La senda atraviesa por varios estuarios, alguno de los cuales sólo se puede cruzar cuando la marea está baja. Hay que estar muy avispado para sincronizar los pasos. Si no llegas a los estuarios a tiempo para pillar marea baja, te toca pasar la noche a la intemperie porque no puedes llegar a ningún refugio… y no es que haga mucho calor precisamente.





Para poder volver al lugar donde dejaste el coche, tienes que contratar un taxi acuático, que te va a buscar en el lugar y día convenido previamente. Nosotros calculamos un poco mal lo de las mareas, así que el último día, para no perder el taxi, nos tocó cruzar un enorme estuario cuando el agua nos cubría las rodillas, y correr y correr durante dos horas con las botas llenas de agua y piedras. Llegamos cuando quedaba un minuto para que la lancha se fuera.




Nos encontramos a este simpático marsupial que se acercaba a la cámara para olisquearla. La llamaremos Viernes.

lunes, 30 de octubre de 2006

Vietnam, Hanoi. Cruzando la calle.

En Vietnam, aunque no puedes hacer puenting como en Nueva Zelanda, también puedes arriesgar el tipo cruzando la calle. Es una actividad la mar de divertida, que te permite descargar adrenalina a borbotones.
Como todo, tiene truco: caminar despacio, siempre en línea recta, sin retroceder y manteniendo un ritmo constante. Del resto se encargan los miles de motoristas por segundo que pasan por delante de tus narices y te esquivan en el último instante.

Relájate hermano


Tailandia, Phang Nga

"No eres más que un poco de agua salada. En eso consiste tu sustancia. La humanidad es otra forma de mar, y la sabiduría estriba en conocer o explorar precisamente el mar que cada uno lleva dentro. Si quieres ser libre, ponte cómodo. Siéntate en tu sillón preferido, y mientras las gaviotas se quedan gritando sobre tu cabeza en el cielo de la habitación deja que la mente se sumerja con lentitud en las cavernas submarinas de tu carne. Relájate, hermano. Tienes el pecho lleno de peces rojos cuyas escamas iridiscentes te iluminan a ráfagas el ánfora del corazón recostada en un banco de arena. El alma es una suave deriva interior, una corriente de agua azul que te traspasa. La máxima profundidad que puedes alcanzar con el pensamiento nunca irá más allá de la planta de los pies, pero bajando con el pensamiento hasta ellos, convertida la altura de tu cuerpo en una sima acuática, tal vez descubrirás en el camino grutas y quebradas interiores donde algunos escualos oscuros se confundirán con tus deseos, y las algas en las vísceras condensarán la última luz de tu cerebro cuando esté a punto de posarse en el fondo.
Esta inmersión es un buen ejercicio para quitarse de encima el yo, ese rey que suele elegir como trono la boca del estómago. Dilúyelo en agua salada y expúlsalo luego por la sentina. Saber que cualquiera es mar también tiene otra cualidad: uno navega a los demás seres cuando los ama. No pienses, no esperes nada, intenta sólo experimentar el tiempo a modo de suave marea que te conduce hacia aquella bahía siempre prohibida que soñaste un día, y una vez allí espera a que las olas rompan contra tu memoria. Si quieres ser libre, intenta refugiarte en el litoral de tí mismo. Para eso basta con que te sientes en tu sillón preferido, cierres los ojos y escuches el mar dentro de tí. Entonces deja que la memoria se vaya sumergiendo con suavidad en el agua de tu cuerpo hasta que alcance la profundidad de los talones. Allí están naufragadas desde tu infancia algunas monedas de oro. "
Manuel Vicent


Tailandia, Phang Nga

Nueva Zelanda, Wanaka. PuzzlingWorld

Un buen lugar donde pasar una tarde nublada y echarse unas risas: el PuzzlingWorld de Wanaka. Una especie de museo con un enorme laberinto, varias salas de paradojas visuales y una cafetería repleta de puzzles y juegos de pensar. Además tiene un edificio mucho más inclinado que la torre de Pisa, perfecto para hacer una foto chorra. Este complejo lúdico se encuentra en un pueblo de 3.500 habitantes. Algo que sería extraño en España, pero que aquí es de lo más normal. Hasta el pueblecillo más remoto tiene alguna empresa que te permite hacer cualquier tipo de actividad “de aventura”. A saber: skydiving, bungy jumping (en mil variantes distintas), zorbing, rafting, abseiling, rock climbing, kayaking, hydrospeed, jetboating, karting, helihiking, heliskiing, mortadeling y filemoning, aparte de todo tipo de vuelos escénicos en avión y helicóptero.
No teníamos ni idea de que este país fuera el epicentro mundial de las actividades de aventura, pero así es. Das una patada a una piedra y aparecen cincuenta panfletos de empresas que te ofrecen la manera más intrépida y arriesgada de tirarte desde un puente (o rascacielos, grúa o helicóptero) a tropecientos metros de altura, y mojarte los bigotes en un río cuando parece que vas a morir despanzurrado. No en vano aquí se inventó el puenting…
Al igual que en Birmania prácticamente no necesitas dinero para hacer turismo, porque no hay en qué gastarlo, en Nueva Zelanda no está de más venir con la cartera bien repleta, para gastarlo en las miles de actividades que te ofrece la industria turística. De todas formas, si no puedes permitirte muchos lujos, como nosotros, siempre te queda el senderismo (tramping lo llaman aquí), que es gratis y te permite ponerte en forma.


Haciendo el chorra


sábado, 28 de octubre de 2006

Australia. Sitting on the dock of the bay

Nueva Zelanda. Van Gogh

Íbamos caminando por la orilla del lago Taupo, cuando vimos esto:


Y me acordé de esto:

Van Gogh, Ramas de almendro en flor.

“El 31 de enero de 1890 Johanna Bonger, la esposa de Theo, da a luz a un niño sano que será bautizado con el nombre de su tío y padrino, Vincent Willem. Cuando el pintor recibe la noticia no cabe en sí de gozo por lo que le dedica este lienzo que contemplamos protagonizado por las flores blancas del almendro, en relación con la nueva vida. En una carta a Theo dice con respecto a esta obra: "El trabajo resultó bien; el último cuadro fueron ramas en flor. Ya verás, de mis trabajos es quizás el que he pintado con más paciencia y mejor, con mucha calma y pinceladas más seguras". En efecto, observamos un mayor detallismo en las flores y en la aplicación del color azul que sirve de fondo, mientras en las ramas nos encontramos con una nueva referencia al cloisonismo de Bernard al trazar con una línea oscura los contornos. La evocación de la estampa japonesa está presente en el lienzo al resaltar el decorativismo y el empleo de temáticas florales.”

No me había dado cuenta de lo mala que es la foto hasta que volví a ver el cuadro de Van Gogh. Al verlo, me percaté del mazacote que había plantado en medio de la foto. Aún así, me gustan los colores, y me hizo mucha gracia saber que Van Gogh se la había dedicado a su sobrino. Le dedico mi mazacote a Gluglú (y también le dedico la foto del tío Jose).

Nueva Zelanda. El frío

Las condiciones meteorológicas cambian a toda velocidad en Nueva Zelanda. En un momento hace calor, y a los 5 minutos estás muerto de frío, a pesar de llevar una camiseta térmica, dos forros polares y un chubasquero… en una playa soleada, como en las fotos de abajo.
Suele hacer mucho viento, y puede hacer sol y estar lloviendo a la vez sin ningún problema.

Lo que nos tiene anonadados es la resistencia al frío de los neozelandeses. Mientras nosotros estamos acurrucados al fondo de una cafetería tratando de entrar en calor, ellos se sientan en la terraza, en chanclas y manga corta. Eso los que llevan chanclas, porque también hay muchos que van descalzos. Nuestra gran duda era si saldrían de casa directamente descalzos, o si dejarían los zapatos en el coche. Una Española que vive aquí, con la que estuvimos charlando el otro día, nos desveló el misterio: salen descalzos de casa!!!!

domingo, 22 de octubre de 2006

Vietnam. Hue




Vietnam. Niña y perro


Esta niña no tiene la Nancy ni la Barbie.


Pero tiene un amigo de cuatro patas. Y le enseña a montar en bici.

Australia. Quokkas

La isla de Rottnest, frente a Perth, es el único lugare donde se pueden observar fácilmente unos simpáticos marsupiales llamados quokkas. La primera vez que los ves dan la sensación de ser enormes ratas, pero cuando te acercas a ellos resultan ser muy graciosos.
Son suaves y se dejan acariciar, aunque no son animales domésticos y viven en libertad. Te agarran la mano con las patitas delanteras para que les des comida.
Los holandeses que descubrieron la isla también les confundieron con ratas, y por eso la bautizaron con el nombre de Rottnest (que en holandés quiere decir nido de ratas).



martes, 17 de octubre de 2006

Nueva Zelanda. Tongariro.

Hace unos días estuvimos en el Parque Nacional Tongariro, uno de los más espectaculares de Nueva Zelanda. Y, como ocurre muchas veces en Australia, es sorprendente comprobar cómo la espectacularidad viene precisamente de lo homogéneo y pelado del paisaje.

En este parque, como en muchos otros sitios de Nueva Zelanda, se grabaron varias escenas de El Señor de los Anillos. De los tres volcanes del parque (Tongariro, Ruapehu y Ngauruhoe), dos de ellos aparecen en la película. El que más nos gustó (Ngauruhoe) es una mole cónica perfectamente simétrica que en la película es la Montaña de Fuego de Mordor.

Durante la caminata de 17 kilómetros hasta los Tama Lakes, un par de lagos que se encuentran en calderas volcánicas, en todo momento te sientes metido en un paisaje de elfos, hobbits, y orcos.
Los tres volcanes del parque aún permanecen activos. Uno de ellos, el Ruapehu, entró en acción en 1995 por última vez, temblando, rugiendo, y expulsando enormes nubes de ceniza.


Monte Ngauruhoe.


Upper Tama Lake.


Monte Ruapehu.

Estamos en Nueva Zelanda


Matamata (Hobbiton).

Mañana haremos una excursión de 3 días por el Parque Nacional Abel Tasman.

Si piensas ir a Nueva Zelanda, esta información te puede ser de utilidad (enlace patrocinado): aeropuerto de Christchurch

miércoles, 11 de octubre de 2006

Australia. Árbol del Bicentenario

En el suroeste de Australia existen bosques con algunos de los árboles más altos del mundo. Desde los años 30 a los 70, varios de ellos se emplearon para controlar los incendios forestales. En la actualidad se utilizan los aviones, pero aún hoy en día, aunque muy ocasionalmente, se usan estos árboles cuando los vientos muy fuertes impiden volar a los aviones.

Si no tienes nada mejor que hacer, puedes subir a uno de ellos. Y yo no tenía nada mejor que hacer. Ya que iba a subir, lo hice a lo grande, digo al más grande: 75 metros de altura. Tres veces más alto que el acueducto.
Para subir hay que ir agarrándose a unos enormes clavos colocados alrededor del árbol en forma de escalera espiral. Sin barandilla, ni arnés, ni red. Si te escurres o te tropiezas, acabas hecho papilla muuuuchos metros más abajo.
Es una de esas cosas irracionales que te lías te lías, y acabas haciendo sin saber muy bien por qué. Eso pensaba cuando estaba arriba y veía a Pilar abajo. Bueno, veía un puntito que intuía que podía ser ella.
Aparte de la locura que pueda suponer subir, las vistas desde arriba son impresionantes, llegando hasta 40 km de distancia. Claro que tienes tanto miedo por la bajada que te espera, que tampoco las disfrutas mucho. Para colmo, ahí arriba hace mucho viento, y la copa se llega a desplazar hasta 1´5 metros en cada dirección.




Jugándome el tipo.

Otra cosa más sensata, segura y relajada que se puede hacer es dar un paseo por pasarelas que discurren entre las copas de los árboles. Algo muy original que sólo hemos visto en Australia.


Pilar en la canopia, a 40 metros de altura

Austrralia. Kalbarri National Park


Acción realizada por especialistas. No lo intentes en tu casa.

lunes, 9 de octubre de 2006

Las ovejas de Australia

Australia es inmensa. Su superficie es prácticamente igual que la de Estados Unidos. Tiene una extensión equivalente a 15 veces España, pero con la mitad de población. Mientras España tiene una densidad de población de 77´5 hab/km2, Australia tiene sólo 2´44 hab/km2.
El país es el mayor exportador mundial de carne y lana de oveja (merina Española, por cierto). En sus inmensos ranchos, que ellos llaman "estaciones", pastan cerca de 100 millones de ovejas. Estos ranchos llegan a tener tales dimensiones que a veces tienen que recoger el ganado con avión. Para hacerse una idea: existe un rancho que tiene la superficie de Bélgica y Holanda juntas.
Estuvimos viendo una demostración de esquileo y vimos fascinados el modo de trabajo de los perros. Entre sólo dos de ellos se apañan para reunir a dos mil ovejas en un redil. Después, uno de ellos las empuja hacia un fondo más estrecho, por donde tienen que ir pasando una a una para que las esquilen y, lo más curioso, el otro se pasea sobre las espaldas de las ovejas, y las mantiene a raya para que sigan avanzando.



Como en casa

En Hanoi Blanca nos acogió en su piso durante unos días. Volvimos a sentirnos como en casa y pudimos charlar sobre personas y lugares comunes para los tres. Paseamos juntos, cenamos en sitios que nunca habríamos encontrado de no ser por ella, y salimos “de marcha” como hacen muchos vietnamitas: nos montamos los tres en la moto y estuvimos conduciendo sin rumbo por la ciudad hasta las tantas de la madrugada, mientras charlábamos animadamente. Fue algo así como el paseo de Nanni Moretti por Roma en Caro Diario, pero con tres en la moto y por Hanoi.
Gracias Blanca, nos sentimos muy bien estando contigo.
Por cierto, habíamos hablado con Blanca por teléfono, y habíamos quedado en que nos veríamos en su casa en Hanoi, pero unos cuantos días antes de llegar allí… nos la encontramos en la playa de Hoi An, a unos 400km de Hanoi!!. Fue la segunda conocida que nos encontrábamos en el viaje, y la primera segoviana.


En la moto de Blanca los tres bien apachurrados al llegar a casa. Puedo estar orgulloso de haber conducido una moto con tres personas por Hanoi. Todavía más difícil que por Madrid.

Conocía a Rosana de vista, ya que trabajaba en Soluziona, igual que yo. Aunque nunca habíamos trabajado en un mismo proyecto, solíamos coincidir en el mismo edificio. Pero no tenía ni idea de que estuviera viviendo en Australia (Perth). Gracias a una amiga común que lee nuestro blog, nos pusimos en contacto con ella y Jorge. Les llamamos por teléfono, y esa misma noche ya nos habíamos metido en su casa a dormir. Y además nos obsequiaron con una tortilla de patata. Nos acogieron como si nos conociéramos de toda la vida. Al tercer día se tuvieron que ir de la ciudad y nos dejaron la casa para nosotros solos. Nosotros se lo agradecimos perdiéndoles las llaves… pero conseguimos recuperarlas.
Rosana y Jorge nos presentaron a Elisa y Héctor, que también van a dar la vuelta al mundo al año que viene. Solidaridad entre compañeros: nos invitaron a una suculenta cena. Ñam, ñam.
Gracias a los cuatro por acogernos como si fuéramos de la familia.


Con Rosana y Jorge tocando el didgeridoo.

sábado, 7 de octubre de 2006

Slow down


"Slow down, you move too fast. Got to make the moment last". Paul Simon

Bunbury, suroeste de Australia.